domingo, 11 de marzo de 2012

Realidades

Todo estaba en silencio, me estaba quedando dormida, sin embargo alguno de mis locos pensamientos no me permitía dormir aún, un pensamiento me volvía loca, me quemaba las neuronas, alejaba el sueño de mi... ¿qué voy a hacer? no paraba de preguntarme eso, eran como las 11:30 pm, tenía sueño, pero no podía dormir, estaba tan deprimida que no lograba hacer nada de lo que quería, así que decidí entrar en el mundo de mis sueños, en el cual era feliz..cerré los ojos aunque sabía que no conseguiría nada, imaginé que estaba en un campo lleno de rosas y al fondo había un lago con una flor de loto y un arco iris sobre el, podía ver las rosas abrirse como... bueno, solo se abrían y ya, era maravilloso, era música para sordos, era un espejismo de mi duda, mis pensamientos, mi dolor, mis alegrías. Al imaginarme aquel lugar mi corazón comenzó a latir tan rápido que por un momento pensé que terminaría por derramar gotas de sangre sobre mi cobija, por suerte no lo hizo, en mi mente estaba feliz, pero me faltaba algo... ¿qué me faltaba? era mi lugar soñado, pero faltaba algo! Me desesperaba porque eso que me faltaba no podía aparecer en mi sueño para desear no despertarme nunca mas, batallé toda la noche para conseguir eso que me faltaba, pero no lo hice. De repente amaneció ¿a qué hora me quedé dormida? me pregunté riéndome de mi misma, eran las 6:29 am, estaba estresada por no poder tener un sueño agradable, así que cogí mi guitarra y salí a caminar por el bosque, cuando llegué al corazón del mismo me senté en un tronco lleno de moho, tomé la guitarra entre mis manos y dejé que mi imaginación volara tan alto como pudiera sin ponerle límites, interpreté una canción de Coldplay, en mi menté imaginé un hombre vestido de blanco que estaba a mi lado y me decía "¿estas feliz?" paré de tocar por un momento, sonreí y abrí los ojos, viendo al hombre de blanco a mi lado, que me repetía la pregunta inclinándose hacia mi, me quedé atónita y gotas de agua salieron de mis ojos, dejé que por un segundo las lágrimas fueran libres, a lo que le respondí "SI, Y MUCHO" El sonrió, en ese momento me di cuenta que no era necesario crear un mundo diferente para ser feliz, ya que mi felicidad estaba solo en la realidad.

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